CARLES MONEREO
PISA COMO
EXCUSA: repensar la evaluación para cambiar la enseñanza
La metacognición
es la capacidad que tenemos para darnos cuenta de nuestros propios procesos de
aprendizaje, el poder regularlos, monitorizarlos
y evaluarlos en función de los resultados.
Flavell (1979) definió la metacognición como
la cognición sobre la cognición. Hace referencia a la conciencia del estudiante
sobre una base de conocimientos que posee en la cual almacena la información
sobre cuándo, cómo, dónde y por qué usar y acceder a diferentes estrategias
cognitivas. Se sabe que los estudiantes deben acceder al conocimiento
metacognitivo de un dominio para poder seleccionar las habilidades necesarias
para orientar y dirigir su aprendizaje en distintas situaciones concretas a las
cuales se enfrenta.
Lo
anterior tiene relación directa con la movilización de saberes; la
investigación de la metacognición ha revelado que los buenos estudiantes hacen
uso de una serie de procesos de control y monitorización que refuerza su
capacidad para autorregularse (Winne y Hadwin, 1998), por lo tanto la
evaluación de competencias la cual se plantea dentro del marco de educación
actual es muy relevante ya que se centra en las necesidades, estilos de
aprendizaje y las habilidades individuales para que el alumno llegue a manear
de forma efectiva, los conocimientos, destrezas y habilidades que se requieren
en una situación determinada.
La
importancia de la metacognición para la educación radica en que todo niño es un
aprendiz que se encuentra constantemente ante nuevas tareas de aprendizaje. En
estas condiciones, se convierte en un aspecto esencial el lograr que los
alumnos “aprendan a aprender”, que lleguen a ser capaces de aprender de forma
autónoma y autorregulada.
¿Qué papel juega en los procesos de evaluación
de competencias?
Es
de vital importancia que el docente tenga conocimientos sobre las
características de los alumnos, sus intereses, inquietudes y tener la capacidad
de crear estrategias que actúen como motivación para despertar en sus alumnos el
deseo por aprender, por su parte también es necesario que reconozca las
habilidades y actitudes de cada estudiante para poder establecer un razonable
criterio evaluativo, y así poder favorecer el proceso de enseñanza aprendizaje
de cada alumno.
Sansone
describe dos tipos de conciencia que pueden tener los estudiantes sobre la
forma de llevar a cabo una tarea de aprendizaje: pueden adoptar un propósito o
un objetivo. Pueden presentarse con conocimientos previos sobre las criterios
que necesitan para controlar y evaluar la calidad de su trabajo (comparar
resultados del aprendizaje) texto general y puntos específicos
Ruth Armenta, Ma. Viguerías, Belem Verdugo, Enedina Gtz, Alejandra Sandoval
Ruth Armenta, Ma. Viguerías, Belem Verdugo, Enedina Gtz, Alejandra Sandoval
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